Puede que llegue un día, en el que tengas a alguien por quien arriesgar tu vida. Alguien a quien dar tu confianza, sabiendo que no la malgastará. Puede que llegue un día, en el que sobren las palabras. Un día en el que las miradas hablen y un simple roce de manos, diga más que unas palabras dicha en vano.
Y si ese día ya llegó, no sueltes a esa persona, porque serás lo más valioso que tendrás en la vida, lo más valioso...
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