Los polos opuestos se atraen.

Ella era una chica apasionada y soñadora, le encantaba volar entre sus recuerdos olvidados, recordar instantes del pasado que en cierta manera le marcaron, o los pequeños detalles de las cosas. Pero en el fondo era como una niña, y el simple echo de serlo le encantaba.
Él en cambio era mas calculador, no le gustaba hacer nada sin haberlo planeado y en el fondo eso se debía a su inseguridad, no quería que nada saliera mal. Tenia un cuaderno en el que apuntaba sus planes, vivencias y sensaciones, para que no se le olvidaran nunca.
Ambos eran totalmente opuestos pero se complementaban a la perfección. Algo les unía, puede que esa atracción física o esa necesidad de querer sentar de una vez la cabeza, se necesitaban eso estaba claro. Así fueron pasando los años y iban madurando juntos, viviendo experiencias y descubriendo mundo juntos. El amor cambió sus vidas, las cuales terminaron enlazándose en una sola y perfecta.